Sobre mí
Una infancia lindísima en el campo y una madre con inclinación por el arte fueron determinantes para que me volcara, desde muy chica, a la observación de mi entorno y su representación a través del dibujo.
Los caballos solían ser mi "objeto de estudio", además de compañeros inigualables en la vida al aire libre.
Muchos años más tarde, retomé ese gusto por lo artístico, ante la necesidad de explorar otros pasatiempos y despertar nuevos entusiasmos.
En un taller en Buenos Aires, comencé a perfeccionarme en la práctica de las diferentes técnicas pictóricas. Hoy pinto fundamentalmente con acrílicos y acuarelas.
Me inclino por lo figurativo. Las aves, los animales en general y los rostros suelen ser las temáticas que, con mi propia impronta, vuelco en el papel en blanco.
Mi deseo es capturar y plasmar la pureza, la energía vital y la diversidad que aportan al mundo, provocando, en el que ve mis obras, una conexión profunda con la belleza intrínseca de la naturaleza y la expresión única de la vida.